BASSESBAS - MI FILOSOFÍA (YA SÍ) ME VALE

Estilo: pop urbano

 

Bassesbas nace del vínculo fraternal de Julián y Santiago Sebas, dos hermanos de las afueras de Zaragoza.

 

"Mi filosofía (ya sí) me vale", lanzado en 2025, es su primer EP, y contiene cinco temas que destilan actualidad, diversión y buen rollo.

 

Los hermanos Sebas crean una conexión genuina con letras que invitan a reflexionar sin tomarse demasiado en serio.

 

Es corto, directo y perfecto para una tarde de introspección o un viaje en coche. Si te gusta el pop urbano actual, Bassesbas te atrapará.

 

 


Bassesbas - Me río de mí

 

 

 

Bassesbas - Drama en WhatsApp

 

 

 

 


 

 

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Arizza

Luz de neón

 

 

 

 

Vilben Soma

El Titanic nunca se hundió

 

 

 

 

Ilia

A contracorriente

 

 

 



EL MAQUINISTA DE LA GENERAL  -  BUSTER KEATON, (1926)

Idioma: español

 

Imagen inspirada en EL MAQUINISTA DE LA GENERAL, creada con IA para Viva Extra
Imagen inspirada en EL MAQUINISTA DE LA GENERAL, creada con IA para Viva Extra

 

 

Director: Buster Keaton y Clyde Bruckman

 

Sinopsis: durante la Guerra Civil estadounidense, Johnnie Gray (Buster Keaton), un maquinista apasionado por su locomotora, "La General", ve cómo esta es robada por espías unionistas junto a su amada Annabelle. En una persecución épica llena de ingenio y humor, Johnnie hará lo imposible por recuperar ambas. Una joya muda del cine cómico y de aventuras.

 

Por qué recomendamos verla: esta obra maestra de Keaton combina diversión con una narrativa trepidante y un uso magistral del espacio y las máquinas. Es un espectáculo visual que no necesita palabras para emocionar, con acrobacias reales que aún asombran. Perfecta para amantes del cine clásico y de la comedia inteligente, muestra al genio de Keaton en su máxima expresión.

 

Películas relacionadas que pueden gustarte:

  • El Chico (The Kid, 1921) de Charles Chaplin: otra joya muda con humor y corazón.
  • Safety Last! (1923) de Harold Lloyd: comedia con momentos icónicos.
  • Sherlock Jr. (1924) de Buster Keaton: más inventiva visual del mismo genio.

 

Crédito: cortesía de Internet Archive. Visita archive.org para más tesoros.

Disfruta de este clásico del cine mudo, cortesía de Internet Archive: haz clic para verla.

 


RUTA - NACIMIENTO DEL RÍO MUNDO

Riópar, Albacete

 

 

 

Te propongo una ruta ideal para un fin de semana en esta época del año, aprovechando la primavera que está comenzando. La ruta que te sugiero está en la provincia de Albacete, en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima y se centra en el Nacimiento del Río Mundo, un lugar espectacular y accesible que no requiere gran dificultad física. Es perfecta para disfrutar de la naturaleza en un fin de semana sin agotarte demasiado.

 

Ruta

Nacimiento del Río Mundo (Riópar, Albacete)

 

Duración

Fin de semana (1-2 días).

 

Dificultad

Baja (apta para casi todos los públicos, incluidos niños o personas con experiencia limitada en senderismo).

 

Distancia

Aproximadamente 3-4 km ida y vuelta (dependiendo de cuánto explores).

 

Desnivel

Mínimo, unos 100-150 metros acumulados.

 

Tiempo estimado

2-3 horas caminando a ritmo tranquilo, más tiempo para disfrutar del entorno.

 

Descripción de la ruta

El Nacimiento del Río Mundo es uno de los parajes más impresionantes de Castilla-La Mancha, especialmente en primavera, cuando el deshielo y las lluvias recientes pueden hacer que el famoso "reventón" esté activo. Este fenómeno ocurre cuando el agua brota con fuerza desde la cueva en la pared rocosa, formando una cascada de más de 80 metros de altura que cae en pozas cristalinas. Aunque el reventón no siempre está garantizado, finales de marzo es una buena época para verlo, ya que las precipitaciones y el deshielo suelen aumentar el caudal.

 

 

Día 1 (sábado)

Llegada a Riópar: desde Albacete capital son unos 120 km (1,5-2 horas en coche) por la CM-3204 y la CM-412, o desde Cuenca, unos 150 km (unas 2,5 horas) por la N-320 y la CM-2105. Riópar es un pueblo encantador en la Sierra del Segura, perfecto como base. Puedes alojarte en una casa rural o en el camping cercano para estar inmerso en la naturaleza.

Tarde tranquila. Después de instalarte, te recomiendo un paseo corto por el casco antiguo de Riópar, con sus calles empedradas y la visita opcional al Museo de las Reales Fábricas de Bronce, un guiño a la historia industrial de la zona. Luego, descansa para estar fresco al día siguiente.

 

 

Día 2 (domingo)

Ruta al Nacimiento del Río Mundo. Sal temprano desde el aparcamiento de Los Chorros, a unos 6 km de Riópar por una carretera local bien señalizada. Desde allí, comienza el sendero señalizado (PR-AB 13), un camino cómodo y bien marcado que asciende suavemente entre pinos y vegetación mediterránea.

Puntos destacados

A 1,5 km del inicio, llegas a la plataforma principal con vistas a la cascada. Si el reventón está activo, el espectáculo es inolvidable: el agua surge con fuerza desde la cueva y cae en cortinas blancas.

Hay miradores cercanos para disfrutar de diferentes perspectivas. Si te animas, puedes bajar unos escalones hacia las pozas inferiores (con cuidado, ya que puede haber humedad).

El entorno está lleno de vida en primavera: flores silvestres, aves como buitres leonados y el sonido constante del agua.

Regreso

Vuelves por el mismo camino, lo que te permite disfrutar del paisaje desde otra perspectiva. Al ser una ruta corta, tendrás tiempo para un picnic en el área recreativa del parking antes de volver a casa.

 

 

Recomendaciones prácticas

 

  • Equipo: lleva calzado cómodo con buena suela (el terreno puede estar húmedo), ropa de abrigo ligera (las mañanas aún son frescas en marzo) y una capa impermeable por si llueve. Unos bastones de senderismo pueden ayudar en tramos resbaladizos.
  • Época: finales de marzo es ideal porque la primavera trae más caudal al río y el paisaje se llena de verde, pero las temperaturas no son tan altas como en verano.
  • Alojamiento: en Riópar hay casas rurales acogedoras como "Casa Rural Los Gorros" o el "Camping Río Mundo", ambos cerca de la ruta. Reserva con antelación, ya que los fines de semana primaverales atraen visitantes.
  • Comida: lleva agua y algo de picoteo para la ruta. En Riópar, prueba platos locales como el gazpacho manchego o el atascaburras en algún restaurante del pueblo.

 

 

Nota importante sobre el estado actual

Dado el clima reciente en España, con lluvias y posibles nevadas tardías en zonas altas hasta principios de marzo, te recomiendo encarecidamente que antes de salir consultes el estado actual de la ruta y las carreteras.

Puedes hacerlo a través de:

  • Web de la Junta de Castilla-La Mancha (sección de parques naturales) para avisos sobre accesos o cierres temporales.
  • DGT (Dirección General de Tráfico) para el estado de las carreteras CM-3204 y CM-412, que podrían tener tramos húmedos o con pequeñas acumulaciones de agua.
  • Teléfono del Ayuntamiento de Riópar (967 435 001) para información local sobre el sendero y el parking.

Las lluvias recientes podrían haber dejado el terreno algo embarrado o haber aumentado el caudal del río, lo que hace la visita más espectacular, pero también exige precaución en los miradores y escaleras.

 

 

Por qué esta ruta

Esta opción es perfecta para un fin de semana porque combina accesibilidad (baja dificultad y cercanía en coche), belleza natural y un toque de aventura sin ser exigente. Además, el entorno del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima te regala un paisaje kárstico único, con formaciones rocosas y una biodiversidad que brilla en primavera. Si buscas algo más en Cuenca, podría sugerirte la Laguna de Uña, pero el Nacimiento del Río Mundo tiene un encanto especial en esta época y es menos concurrido que otros destinos.

 

 

¡Espero que disfrutes esta escapada!

Y si quieres conocer más destinos sorprendentes, tienes más contenidos a continuación.

 

 

LA VÍA VERDE DEL TAJUÑA

 

 

 

UN VIAJE EN EL TIEMPO

 

 

 



LA CASA DE LOS RUIDOS

La Cornudilla, Requena, Valencia

 

Imagen inspirada en el caso de La Cornudilla, creada con IA para Viva Extra
Imagen inspirada en el caso de La Cornudilla, creada con IA para Viva Extra

 

En el corazón de la Meseta de Utiel-Requena, a apenas una hora de la bulliciosa Valencia, se alzan las ruinas de una pequeña aldea que el tiempo y el olvido han reclamado: La Cornudilla. Ubicada en el término municipal de Requena, provincia de Valencia, España, esta pedanía abandonada se encuentra entre las aldeas de Los Marcos y Los Ruices, rodeada de interminables campos de vid y un paisaje que, a simple vista, parece idílico. Sin embargo, tras su aparente serenidad se esconde una historia que ha trascendido generaciones, un relato que mezcla lo cotidiano con lo inexplicable y que ha convertido a La Cornudilla en uno de los enclaves malditos más célebres de la geografía española. En el epicentro de esta leyenda se erige la conocida como "La Casa de los Ruidos", una construcción humilde que ya es presa de los escombros y que, según los lugareños, fue el detonante del éxodo de sus habitantes en la década de 1950.

 

 

El contexto histórico: un pueblo que se desvaneció

La Cornudilla no siempre fue un lugar asociado al misterio. Surgió como un asentamiento agrícola en los siglos XVIII y XIX, en el marco de la colonización agraria que caracterizó la región. En su apogeo, hacia 1930, censaba 46 habitantes repartidos en 17 viviendas, según datos históricos recopilados por el archivo municipal de Requena. Una década después, en 1940, la población había crecido hasta los 91 habitantes y 34 casas, reflejo de un breve auge rural. Sin embargo, como ocurrió con muchos caseríos de la zona, el éxodo comenzó a principios del siglo XX, acelerado por la falta de servicios básicos como agua potable o electricidad, y la mejora de las comunicaciones que facilitó la migración hacia núcleos mayores como Utiel o la propia Requena. Para 1969, el Ayuntamiento de Requena dio de baja oficialmente a La Cornudilla como entidad de población, sellando su destino como un pueblo fantasma.

 

Pero lo que distingue a La Cornudilla de otros caseríos despoblados no es solo su abandono, sino las circunstancias que rodearon su final. A finales de los años 50, cuando aún quedaban algunos habitantes, comenzaron a circular rumores que pronto se convirtieron en testimonios de fenómenos inexplicables. Estos relatos, transmitidos de boca en boca, apuntaban a una serie de sucesos paranormales que habrían comenzado en una vivienda concreta: la hoy célebre "Casa de los Ruidos".

 

 

La Casa de los Ruidos: epicentro del misterio

A unos 25 metros de lo que fue el núcleo principal de la aldea, apartada del resto de las ruinas, se encuentran los restos de una edificación de ladrillo y piedra. Desde el camino que conecta Los Ruices, hace años parecía intacta, con su fachada aún en pie y un gran árbol proyectando sombras inquietantes sobre sus muros. Sin embargo, al acercarse uno ahora al lugar, se revela su estado ruinoso.

 

Los primeros reportes de actividad extraña datan de finales de los años 50. Los habitantes describían ruidos nocturnos que iban desde murmullos y susurros hasta golpes estruendosos, lamentos y el característico sonido de cadenas arrastrándose por el suelo del piso superior. "Era como si alguien estuviera ahí, pero no había nadie", relata un testimonio anónimo recogido por un conocido programa del misterio. Este testigo, un anciano de Los Marcos que prefirió no revelar su identidad, afirmó haber sido niño cuando su familia abandonó la aldea: "Los perros ladraban sin parar, y mi madre decía que los platos volaban solos y se estrellaban contra las paredes. Nadie quería quedarse".

 

Otros relatos describen cómo los fenómenos se intensificaron en la "Casa de los Ruidos". Según cuentan, los moradores reportaron "voces que parecían salir del pozo, como si alguien gritara desde el fondo", acompañadas de una sensación de opresión que afectaba incluso a los animales, que se mostraban inquietos y reacios a permanecer cerca de la vivienda. Los autores sugieren que podría tratarse de un caso de poltergeist, un fenómeno paranormal caracterizado por movimientos de objetos y ruidos sin causa aparente.

 

 

Testimonios y evidencias: ¿leyenda o realidad?

La tradición oral ha sido el principal vehículo de esta historia. Uno de los testigos más citados es un hombre al que se identifica como "Tío F.", quien, según el blog La Morada del Miedo (2014), vivió en la casa durante los años 50. Ya septuagenario cuando relató su experiencia, afirmó: "Por las noches se oían cadenas golpeando el suelo de arriba y ruidos como si arrastraran algo pesado. Los cubiertos salían volando, y los caballos se ponían nerviosos sin motivo". Tío F. y su familia abandonaron la casa y se trasladaron a Los Ruices, incapaces de soportar el terror que les invadía.

 

En 1985, el escritor valenciano Juan García Atienza incluyó a La Cornudilla en su libro Guía de los pueblos malditos españoles, avivando el interés por el caso y atrayendo a curiosos y estudiosos del misterio. Décadas después, el programa Cuarto Milenio, dirigido por Iker Jiménez, dedicó un reportaje al enclave en 2017. En este episodio, el experto Rafael Balaguer realizó una lectura geomagnética en la casa, detectando "una anomalía muy potente" en un punto específico, lo que sugirió alteraciones electromagnéticas que podrían estar relacionadas con los fenómenos. Además, se presentaron psicofonías captadas en el lugar, interpretadas como posibles mensajes del más allá.

 

La Asociación de Búsqueda, Investigación y Análisis de lo Paranormal (ABIAP) también ha visitado La Cornudilla en varias ocasiones. En una de sus grabaciones, disponible en su canal de YouTube, se escucha claramente una voz que pregunta "¿Dónde está?", un hallazgo que ha alimentado las especulaciones sobre presencias residuales en el lugar. Estas evidencias sonoras, junto con fotografías de las ruinas que circulan en internet (como las publicadas por el blog Grupo Zero Investigación en 2020), son los documentos gráficos más accesibles para quienes deseen explorar el caso.

 

 

Explicaciones: entre lo paranormal y lo racional

¿Qué ocurrió realmente en La Cornudilla? Las teorías son diversas. Para los creyentes en lo paranormal, la "Casa de los Ruidos" sería el epicentro de una actividad poltergeist o incluso un portal a otra dimensión, una hipótesis respaldada por las anomalías geomagnéticas y las psicofonías.

 

Otros, como el artículo de Tu Tierra al Día (2021), proponen una explicación más terrenal: los ruidos podrían haber sido causados por fenómenos naturales, como corrientes subterráneas o asentamientos del terreno, amplificados por la imaginación y el aislamiento de los habitantes. La despoblación, argumentan, se debería más a la falta de infraestructuras que a los supuestos "duendes" que los lugareños culpaban de las travesuras.

 

Sin embargo, no todos descartan lo sobrenatural. Clara Tahoces, en una intervención en La Rosa de los Vientos (2018), sugirió que las alteraciones electromagnéticas podrían ser indicio de una "energía residual" vinculada a eventos traumáticos del pasado, aunque no existen registros históricos de tragedias específicas en la aldea.

 

 

La Cornudilla hoy: un imán para los buscadores de lo desconocido

Hoy, La Cornudilla es poco más que un puñado de ruinas entre viñedos, con la "Casa de los Ruidos" reducida a simples escombros. Su ubicación exacta (latitud 39.4333, longitud -1.1833, según Google Maps) sigue atrayendo a exploradores urbanos y aficionados a lo paranormal. Los visitantes coinciden en que el lugar desprende una atmósfera inquietante, especialmente al anochecer, cuando el silencio solo es roto por el viento y, según algunos, por ecos que desafían toda lógica.

 

Para quienes deseen profundizar, recomiendo consultar el reportaje de Cuarto Milenio (disponible en la web de Mediaset), el estudio de Bitácora (aunque difícil de conseguir en formato físico) y las publicaciones de ABIAP. Las fotografías más impactantes se encuentran en blogs como Grupo Zero Investigación y Valencia Culture Magazine, que capturan la desolación y el aura misteriosa del lugar.

 

La Cornudilla no ofrece respuestas definitivas, pero sí plantea preguntas que resuenan en el imaginario colectivo: ¿fue el miedo a lo desconocido lo que vació sus calles, o simplemente el peso de un mundo rural que se desvanecía? Mientras las ruinas conserven su esencia, el enigma de la "Casa de los Ruidos" seguirá susurrando al viento, esperando a quien se atreva a escuchar.

 

 

GOG, UN ASTEROIDE ANDA SUELTO

 

 

EL MISTERIO DEL EDIFICIO SIN VENTANAS

 

 



UNA RANA EN LA UNIVERSIDAD

 

 

EL COCODRILO DE SAN GINÉS

 

 



Imagen: Planeta de Libros
Imagen: Planeta de Libros

 BUENAS NOCHES, LECHUZA

(Jordi Ibáñez Fanés)

 

Jordi Ibáñez Fanés nos sumerge en Buenas Noches, Lechuza (Tusquets, 2025), una novela que, según la nota de prensa de Planeta de Libros, ofrece “una singular historia de misterio sobre la vejez, en la que la filosofía da un nuevo sentido al relato”. Ambientada en la Barcelona actual, esta obra  sigue a un viejo profesor de filosofía con un pasado turbio, atrapado en una red de espionaje ruso, ancianos rebeldes y charlas cargadas de alcohol y culpa. La joven que irrumpe en su vida añade un destello de luz a este crepúsculo enigmático.

 

Ibáñez, con su habitual mezcla de erudición y narrativa, teje un tapiz denso pero fascinante. La vejez aquí no es solo un telón de fondo, sino un espacio de resistencia y sabiduría, lleno de juegos de máscaras y reflexiones profundas.

 

A ratos, la trama puede sentirse críptica, exigiendo atención, pero recompensa con imágenes potentes y una atmósfera única. Es alta literatura disfrazada de intriga.

 

Para más detalles, visita la web de Planeta de Libros.

 

 

 

Imagen: Planeta de Libros
Imagen: Planeta de Libros

HISTORIA DE UN PIANO

(Ramón Gener)

 

Ramón Gener debuta en la novela con Historia de un Piano (Planeta, 2024), una obra que, según la nota de prensa de Planeta de Libros, es “un viaje conmovedor a través de la música y las emociones humanas”.

 

Y no exageran. Ambientada entre Barcelona y Nueva York, la trama sigue un piano Steinway de 1910 que pasa de mano en mano, tejiendo historias de amor, pérdida y redención. Gener, conocido por su pasión musical, convierte este instrumento en un protagonista silencioso que resuena con los ecos de sus dueños.

 

Lo que hace especial a esta novela es su habilidad para entrelazar lo íntimo con lo universal. Cada capítulo es una partitura: delicada, melancólica, pero nunca cursi. La prosa de Gener tiene ritmo, como si las teclas del piano marcaran el compás de las vidas que describe. Es una lectura que atrapa, ideal para quienes buscan emociones profundas sin renunciar a una buena historia.

 

Para más detalles, visita la web de Planeta de Libros.

 

 

 



TORRIJAS DE SEMANA SANTA

 

 

 

Ingredientes (10-12 torrijas)


  • Pan: 1 barra de pan de torrijas (idealmente pan brioche o pan de molde grueso, ligeramente duro de 1-2 días). Si no tienes pan específico, un pan rústico con miga densa funciona bien.
  • Leche entera: 1 litro (para infusionar, aporta cremosidad).
  • Azúcar: 150 g (para la leche infusionada) + 100 g (para rebozar al final).
  • Canela en rama: 2 ramas (para aromatizar la leche).
  • Cáscara de limón: 1 limón (solo la parte amarilla, sin la blanca para evitar amargor).
  • Cáscara de naranja: 1 naranja (igual, solo la parte externa).
  • Huevos: 3-4 unidades grandes (para el rebozado).
  • Aceite de oliva suave o aceite de girasol: 500 ml (para freír, el oliva suave da un toque tradicional).
  • Canela molida: 1 cucharadita (para espolvorear al final).
  • Opcional: 50 ml de vino dulce o anís (para dar un toque especial a la leche infusionada).

 

 

 

Paso a paso:


Preparar el pan:
  • Corta el pan en rebanadas de aproximadamente 2 cm de grosor. Si el pan está muy fresco, déjalo reposar unas horas para que se endurezca ligeramente; esto ayuda a que absorba mejor la leche sin deshacerse.
  • Coloca las rebanadas en una bandeja amplia para facilitar el remojo posterior.

Infusionar la leche:
  • En un cazo, vierte la leche entera, el azúcar (150 g), las ramas de canela, la cáscara de limón y la cáscara de naranja. Si decides usar vino dulce o anís, agrégalo aquí.
  • Calienta a fuego medio-bajo, removiendo ocasionalmente para disolver el azúcar. No dejes que hierva; cuando empiecen a salir pequeñas burbujas, retira del fuego.
  • Deja reposar la mezcla unos 10 minutos para que los aromas se intensifiquen. Luego, cuela la leche para retirar las cáscaras y la canela. Déjala enfriar a temperatura ambiente (si está demasiado caliente, el pan se romperá al remojarlo).

Remojar las rebanadas:
  • Vierte la leche infusionada en un recipiente ancho. Sumerge las rebanadas de pan en la leche, dejándolas unos 10-15 segundos por cada lado, dependiendo de lo seco que esté el pan. No las dejes demasiado tiempo para evitar que se deshagan.
  • Coloca las rebanadas remojadas en una bandeja, con cuidado de no apilarlas para que no se peguen. Déjalas reposar 5 minutos para que absorban bien la leche.

Preparar el rebozado:
  • En un bol amplio, bate los huevos hasta que estén bien mezclados.
  • Calienta el aceite en una sartén honda a fuego medio (unos 170-180°C). El aceite debe cubrir al menos 1 cm de profundidad para freír las torrijas uniformemente.

Freír las torrijas:
  • Pasa cada rebanada de pan remojada por el huevo batido, cubriéndola bien por ambos lados, pero sin exceso para que no gotee.
  • Fríe las torrijas en el aceite caliente, 2-3 a la vez para no bajar la temperatura del aceite. Cocínalas 1-2 minutos por cada lado, hasta que estén doradas.
  • Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Rebozar en azúcar y canela:
  • Mezcla el azúcar restante (100 g) con la canela molida en un plato.
  • Mientras las torrijas están aún calientes, pásalas por la mezcla de azúcar y canela, cubriéndolas bien por ambos lados.

Servir:
  • Coloca las torrijas en una fuente y déjalas reposar unos minutos antes de servir. Se pueden disfrutar tibias o a temperatura ambiente.
  • Opcional: acompáñalas con un chorrito de miel, nata montada o incluso una bola de helado de vainilla para un toque moderno.

 

 

 

Consejos:

 

  • Pan ideal: el pan de torrijas específico es el mejor porque tiene una miga densa que absorbe bien la leche sin desmoronarse. Si usas pan fresco, tuéstalo ligeramente en el horno para darle más firmeza

 

  • Control del aceite: mantén el aceite a temperatura constante para evitar que las torrijas queden grasientas. Si el aceite está demasiado frío, absorberán más; si está muy caliente, se quemarán por fuera.

 

  • Variaciones: puedes infusionar la leche con vainilla o añadir un toque de licor (como ron o brandy) para un sabor más complejo.

 

  • Conservación: las torrijas se conservan bien 1-2 días a temperatura ambiente en un recipiente hermético. También puedes refrigerarlas y calentarlas ligeramente antes de servir.

 

 


 

EL CAMINO DE LA PROMESA

 

 

En los campos dorados de San Isidro, un pequeño pueblo al sur de la sierra, el sol de la tarde se escondía tras un velo de nubes, tiñendo el cielo de un azul pálido. Era el día de la procesión anual, un ritual que los habitantes repetían cada primavera para honrar a la Virgen de los Campos, patrona de las cosechas y protectora de los humildes. La iglesia de San Isidro, con sus torres gemelas y su fachada de piedra desgastada por el tiempo, aguardaba al final del camino, como un faro que guiaba a los peregrinos.

 

María, una joven de 17 años, caminaba en el centro de la fila, con su falda roja ondeando al ritmo de sus pasos. Llevaba un sombrero de paja que había pertenecido a su abuela, y en su mano derecha sostenía un pequeño rosario de madera. A su lado, su hermano mayor, Tomás, vestido con una camisa verde y un sombrero de ala ancha, cargaba una bolsa de cuero donde guardaba pan y queso para el camino. "Este año será diferente", le había dicho María esa mañana, con una mezcla de esperanza y temor en la voz. La sequía había golpeado con fuerza los campos, y las cosechas apenas alcanzaban para alimentar a las familias. La procesión no era solo un acto de fe, sino una súplica desesperada.

 

A lo largo del camino, las flores silvestres de un rojo intenso parecían susurrar promesas de vida entre las hierbas secas. Pero algo inquietaba a los peregrinos. Desde la iglesia, un humo azul se alzaba hacia el cielo, un fenómeno que nadie podía explicar. "¿Es un incendio?", murmuró una anciana que caminaba detrás de María, ajustándose el chal morado sobre los hombros. "No, madre", respondió su hijo, un hombre de rostro curtido por el sol. "Es la Virgen, que nos escucha. Dicen que cuando el humo se vuelve azul, es señal de que nuestras plegarias han llegado al cielo".

 

Tomás, más escéptico, frunció el ceño. "Yo digo que es el padre Miguel, quemando incienso de más", bromeó, intentando aliviar la tensión. Pero María no podía apartar la mirada del humo. Había oído historias de su abuela sobre los milagros de San Isidro: un año, cuando la peste asoló el pueblo, un humo azul había aparecido sobre la iglesia, y al día siguiente la enfermedad desapareció. ¿Podría ser esta la señal que tanto esperaban?

 

El camino estaba flanqueado por un alambre de púas que separaba los campos de trigo de los pastizales. Para María, ese alambre era un recordatorio de las divisiones que la sequía había traído al pueblo: familias enfrentadas por el agua, tierras abandonadas, promesas rotas. Pero hoy, al menos por unas horas, todos caminaban juntos, unidos por la fe y la necesidad.

 

Cuando llegaron a la iglesia, el padre Miguel los esperaba en la entrada, con su sotana negra ondeando al viento. El humo azul seguía elevándose desde un pequeño brasero junto al altar, y su aroma a hierbas y resina llenaba el aire. "Hijos míos", dijo el sacerdote, alzando las manos, "la Virgen ha escuchado vuestras plegarias. Hoy, renovamos nuestra promesa de cuidar esta tierra, como ella nos cuida a nosotros". María cerró los ojos y apretó el rosario contra su pecho. No sabía si el humo era un milagro o un simple truco del padre Miguel, pero por primera vez en meses sintió que la esperanza florecía en su corazón, tan roja y viva como las flores que había visto en el camino.

 

 

Análisis y detalles

 

Descripción y análisis artístico

La imagen que nos ocupa es una ilustración de estilo realista con un toque nostálgico, probablemente creada con técnicas mixtas que combinan lápices de colores y tinta. La escena captura un momento de vida rural, posiblemente de inspiración latinoamericana o mediterránea, con un grupo de personas caminando en procesión hacia una iglesia de dos torres que se alza majestuosa en el horizonte. La composición, el uso del color y los detalles minuciosos invitan a un análisis profundo y a la creación de una historia que dé vida a este instante congelado.

 

Composición y perspectiva

La ilustración está estructurada con una perspectiva lineal que guía la mirada del espectador desde el primer plano hacia el fondo. El camino de tierra, flanqueado por hierbas altas y flores silvestres, actúa como una línea de fuga que dirige la atención hacia la iglesia, el punto focal de la obra. La procesión de personas, dispuestas en una fila que se extiende desde el primer plano hasta el horizonte, crea un ritmo visual que transmite movimiento y propósito. La iglesia, con sus torres simétricas y su fachada de piedra, se erige como un símbolo de comunidad y tradición, mientras que el cielo, de un azul pálido con un toque de humo azul que se eleva desde el edificio, añade un elemento de intriga.

 

Uso del color y la luz

El artista emplea una paleta cálida y terrosa, dominada por tonos ocres, verdes suaves y rojos apagados, que evocan la aridez de un paisaje rural en verano o finales de primavera. Las hierbas secas y los campos dorados contrastan con los colores vibrantes de la ropa de los personajes: faldas rojas, camisas verdes, sombreros de tonos naturales. Este contraste resalta a los protagonistas y les da vida frente al fondo más monocromático. La luz parece difusa, como si el sol estuviera oculto tras una capa de nubes, lo que genera una atmósfera serena pero ligeramente melancólica. El humo azul que asciende desde la iglesia introduce un elemento de misterio: ¿es un incendio, una señal, o un símbolo de algo más espiritual?

 

Detalles y simbolismo

El primer plano está lleno de detalles que enriquecen la narrativa. Las flores silvestres, de un rojo intenso, salpican las hierbas altas, aportando un toque de vida y belleza a un paisaje que de otro modo podría parecer árido. Estas flores podrían simbolizar la resiliencia de la naturaleza o incluso la pasión y el sacrificio, temas comunes en procesiones religiosas. Los personajes, vestidos con ropa tradicional (sombreros de ala ancha, faldas largas, camisas de colores), sugieren una escena de otra época, posiblemente del siglo XIX o principios del XX. La variedad de edades y posturas (algunos caminan erguidos, otros encorvados) refleja la diversidad de la comunidad y su unión en un propósito común.

 

Un detalle curioso es el alambre de púas que bordea el camino a la izquierda, un elemento que introduce una nota de tensión o separación. ¿Es una barrera física o simbólica? ¿Protege los campos o marca una división entre los caminantes y el mundo exterior? La iglesia, con su cruz en lo alto, refuerza el carácter religioso de la escena, mientras que el humo azul podría interpretarse como un presagio o una manifestación de lo divino.

 

Estilo y técnica

El trazo del artista es delicado pero firme, con un uso magistral de las líneas para dar textura a las hierbas, las telas y las piedras de la iglesia. La tinta define los contornos y añade profundidad, mientras que los lápices de colores aportan calidez y matices.

 

Conclusión

Esta ilustración no solo captura un momento de vida rural, sino que invita a imaginar las historias detrás de cada personaje, cada flor, cada voluta de humo. El artista ha logrado un equilibrio entre lo cotidiano y lo simbólico, creando una obra que respira tradición, fe y un toque de misterio. La procesión, el paisaje y los pequeños detalles (como el alambre de púas o el humo azul) abren la puerta a múltiples interpretaciones, haciendo de esta pieza un lienzo perfecto para tejer relatos que conectan lo humano con lo trascendental.

 

 


A VIVA VOZ es un podcast que da vida a los contenidos de nuestras revistas, ampliándolos con reflexiones y narraciones que inspiran. Con un formato cálido y dinámico, este proyecto explora temas que conectan a nuestra comunidad, desde la creatividad hasta los sueños de las nuevas generaciones.

 

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